Lunes 12 de agosto de 2013
Primera Lectura
Deuteronomio 10: 12 - 22
12Y ahora, Israel, ¿qué te pide tu Dios, sino que temas a Yahveh tu Dios, que sigas todos sus caminos, que le ames, que sirvas a Yahveh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,13que guardes los mandamientos de Yahveh y sus preceptos que yo te prescribo hoy para que seas feliz?14Mira: De Yahveh tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y cuanto hay en ella.15Y con todo, sólo de tus padres se prendó Yahveh y eligió a su descendencia después de ellos, a vosotros mismos, de entre todos los pueblos, como hoy sucede.16Circuncidad el prepucio de vuestro corazón y no endurezcáis más vuestra cerviz,17porque Yahveh vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni admite soborno;18que hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al forastero, a quien da pan y vestido.19(Amad al forastero porque forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto.)20A Yahveh tu Dios temerás, a él servirás, vivirás unido a él y en su nombre jurarás.21El será objeto de tu alabanza y él tu Dios, que ha hecho por ti esas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.22No más de setenta personas eran tus padres cuando bajaron a Egipto, y Yahveh tu Dios te ha hecho ahora numeroso como las estrellas del cielo.
Mateo 17: 22 - 27
22Yendo un día juntos por Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres;23le matarán, y al tercer día resucitará.» Y se entristecieron mucho.24Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?»25Dice él: «Sí.» Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?»26Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos.27Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter. Tómalo y dáselo por mí y por ti.»
Primera Lectura
Deuteronomio 10: 12 - 22
12Y ahora, Israel, ¿qué te pide tu Dios, sino que temas a Yahveh tu Dios, que sigas todos sus caminos, que le ames, que sirvas a Yahveh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma,13que guardes los mandamientos de Yahveh y sus preceptos que yo te prescribo hoy para que seas feliz?14Mira: De Yahveh tu Dios son los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y cuanto hay en ella.15Y con todo, sólo de tus padres se prendó Yahveh y eligió a su descendencia después de ellos, a vosotros mismos, de entre todos los pueblos, como hoy sucede.16Circuncidad el prepucio de vuestro corazón y no endurezcáis más vuestra cerviz,17porque Yahveh vuestro Dios es el Dios de los dioses y el Señor de los señores, el Dios grande, poderoso y temible, que no hace acepción de personas ni admite soborno;18que hace justicia al huérfano y a la viuda, y ama al forastero, a quien da pan y vestido.19(Amad al forastero porque forasteros fuisteis vosotros en el país de Egipto.)20A Yahveh tu Dios temerás, a él servirás, vivirás unido a él y en su nombre jurarás.21El será objeto de tu alabanza y él tu Dios, que ha hecho por ti esas cosas grandes y terribles que tus ojos han visto.22No más de setenta personas eran tus padres cuando bajaron a Egipto, y Yahveh tu Dios te ha hecho ahora numeroso como las estrellas del cielo.
Salmo 147: 12 - 15, 19 - 20 | |
12 | ¡Celebra a Yahveh, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! |
13 | Que él ha reforzado los cerrojos de tus puertas, ha bendecido en ti a tus hijos; |
14 | pone paz en tu término, te sacia con la flor del trigo. |
15 | El envía a la tierra su mensaje, a toda prisa corre su palabra; |
19 | El revela a Jacob su palabra, sus preceptos y sus juicios a Israel: |
20 | no hizo tal con ninguna nación, ni una sola sus juicios conoció |
22Yendo un día juntos por Galilea, les dijo Jesús: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres;23le matarán, y al tercer día resucitará.» Y se entristecieron mucho.24Cuando entraron en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los que cobraban el didracma y le dijeron: «¿No paga vuestro Maestro el didracma?»25Dice él: «Sí.» Y cuando llegó a casa, se anticipó Jesús a decirle: «¿Qué te parece, Simón?; los reyes de la tierra, ¿de quién cobran tasas o tributo, de sus hijos o de los extraños?»26Al contestar él: «De los extraños», Jesús le dijo: «Por tanto, libres están los hijos.27Sin embargo, para que no les sirvamos de escándalo, vete al mar, echa el anzuelo, y el primer pez que salga, cógelo, ábrele la boca y encontrarás un estáter. Tómalo y dáselo por mí y por ti.»
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