Lunes de Pascua 1 de abril 2013
Puedo imaginar la alegría desbordante de Jesús al encontrarse con María Magdalena, además el rostro de ella empapado en lágrimas cómo tornó a inflamarse de gozo..y a su vez pasó esto a las demás mujeres que le acompañaban. Puedo imaginar la sorpresa y ansiedad de los discípulos en ese momento de la noticia que les dieron aquellas humildes mujeres, quienes en la labor santa de ir a embalsamar a Jesús, pues el Maestro tuvo que ser enterrado sin los debidos cuidados, por ser ya la víspera del sábado, y así descubren al que VIVE. Oh Jesús, tan sólo por ese momento vale la pena ser mujer. Ir cada día ataviada de trabajos y preocupaciones por aquellos a quienes amamos. Tan sólo por ese instante, por ese encuentro en quien te muestras a María, yo te pido, que cada día, sepamos encontrarte, y no entre los muertos, encontrarte, Tu que Vives, y nos transmites la verdadera vida, la verdadera realidad, que se escapa de los sentidos de la cotidianidad, pero que, a través de tu resurrección, ya la cotidianidad adquiere un nuevo significado, has santificado y obsequiado un nuevo sentido a todo aquello que es ordinario.
Gracias. Vale la pena amar lo ordinario, gracias a Ti. En esto te fijaste. En la débil existencia humana. Para darnos la Nueva Humanidad. Mi alma te bendice en este día, Señor, Mi alma te alaba por siempre.
Puedo imaginar la alegría desbordante de Jesús al encontrarse con María Magdalena, además el rostro de ella empapado en lágrimas cómo tornó a inflamarse de gozo..y a su vez pasó esto a las demás mujeres que le acompañaban. Puedo imaginar la sorpresa y ansiedad de los discípulos en ese momento de la noticia que les dieron aquellas humildes mujeres, quienes en la labor santa de ir a embalsamar a Jesús, pues el Maestro tuvo que ser enterrado sin los debidos cuidados, por ser ya la víspera del sábado, y así descubren al que VIVE. Oh Jesús, tan sólo por ese momento vale la pena ser mujer. Ir cada día ataviada de trabajos y preocupaciones por aquellos a quienes amamos. Tan sólo por ese instante, por ese encuentro en quien te muestras a María, yo te pido, que cada día, sepamos encontrarte, y no entre los muertos, encontrarte, Tu que Vives, y nos transmites la verdadera vida, la verdadera realidad, que se escapa de los sentidos de la cotidianidad, pero que, a través de tu resurrección, ya la cotidianidad adquiere un nuevo significado, has santificado y obsequiado un nuevo sentido a todo aquello que es ordinario.
Gracias. Vale la pena amar lo ordinario, gracias a Ti. En esto te fijaste. En la débil existencia humana. Para darnos la Nueva Humanidad. Mi alma te bendice en este día, Señor, Mi alma te alaba por siempre.
JESUS VIVE
Luz del Cielo, impresionante,
apareces ante mi
y te adoran los ángeles, Cristo Vivo, Dios Eterno.
Bendito Espíritu Santo,
Padre de Misericordia
La tiera aplaude la Gloria, la plenitud de tu Amor
pues nos das la Vida misma
con tu cuerpo que se eleva
Se termina la miseria de la vil oscuridad
se nos invita a mirar la Verdad del mismo Reino
Mirar junto Al que Vive
Vivir junto Al que Vive
Cantar con El que Vive
Amar por El que Vive
Despertar de aquel sueño
y comulgar la LUZ
Te amo JESUS
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